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PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo)Cristina Maoño y Patxi ZabaloPrincipal agencia de cooperación para el desarrollo del sistema de Naciones Unidas, que coordina la mayor parte de la asistencia técnica multilateral. Su sede central está en Nueva York, pero es una organización muy descentralizada y con proyección universal. Cuenta con una red de 136 oficinas a lo largo del mundo y colabora con los gobiernos y la sociedad civil de 174 países subdesarrollados. Normalmente las delegaciones del PNUD, en las que trabaja el 85% de su personal bajo la dirección de un representante residente, coordinan las actividades de todas las agencias especializadas de Naciones Unidas en cada país. Los Informes sobre el Desarrollo Humano del PNUD, publicados anualmente desde 1990, han difundido el concepto y el índice de desarrollo humano, suponiendo un importantísimo revulsivo en el debate internacional sobre el desarrollo y su medición. 1) Estructura y financiación El PNUD surgió en 1965 de la fusión del Programa Ampliado de Asistencia Técnica, creado en 1950, y el Fondo Especial para el Desarrollo, creado en 1959. Al frente del PNUD se encuentra un Administrador, que responde ante la Junta Ejecutiva, compuesta por 36 representantes de otros tantos países: doce del Norte, cuatro del Este y veinte del Sur. Esta Junta Ejecutiva es conjunta para el PNUD y el fnuap (Fondo de Naciones Unidas para la Población), establecido en 1969 y cuyas actividades sobre el terreno se llevan a cabo con base en las delegaciones del PNUD. Este uso de la red de oficinas que el PNUD tiene por todo el mundo no es un caso aislado: en general, el Coordinador Residente de Naciones Unidas en cada país es el representante del PNUD, que también suele actuar como coordinador de la ayuda humanitaria de emergencia cuando es necesario. Además de sus propios programas operativos, el PNUD administra diversos fondos especiales, lo que no deja de ser un obstáculo para la coordinación de las actividades de naciones unidas en el campo del desarrollo, si bien resulta a veces útil para captar fondos de ciertos donantes reticentes a aportarlos sin determinar su finalidad. Entre los fondos asociados cabe señalar: – El Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM). – El Fondo de Naciones Unidas para el desarrollo de la capitalización (FNUDC). – El Programa de voluntarios de naciones unidas (VNU). – La Oficina de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertización y la Sequía (ONURS). – El Fondo de Naciones Unidas de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (FNUCTD). – El Fondo Rotatorio de Naciones Unidas para los Recursos Naturales (FRNURN). Asimismo, el PNUD administra, conjuntamente con el banco mundial y con el pnuma (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente), el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), y es uno de los seis patrocinadores del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA). La financiación del PNUD proviene de dos fuentes principales: el presupuesto ordinario de Naciones Unidas y las contribuciones voluntarias de países donantes (a veces a proyectos concretos), que constituyen la mayor cuantía. Debido a ello, este Programa ha afrontado durante los años 90 una considerable reducción de su presupuesto. Ésta es una de las grandes diferencias entre el PNUD y el Banco Mundial o el fmi, los cuales, como organismos especializados, cuentan con fondos y presupuesto propios, gozando de plena autonomía financiera a pesar de su nominal pertenencia al sistema de Naciones Unidas. La escasez de recursos, y tal vez el espíritu de los tiempos, han llevado en los últimos años a Naciones Unidas a lanzar programas de colaboración con diversas empresas transnacionales. En este contexto el PNUD impulsó en 1999 el “Servicio de Desarrollo Global Sostenible: 2000 millones de personas más en el mercado para el 2020” (por sus siglas en inglés, GSDF-2B2M) con el que proporcionará acceso a su red de oficinas y contactos institucionales de alto nivel a un grupo de multinacionales a cambio de patrocinio económico. Dado que algunas de las empresas que se han apuntado al consorcio son bien conocidas por el impacto negativo de sus actividades sobre los derechos humanos, el medio ambiente y el desarrollo, diferentes ong[ONG, Redes de, ONG (Organización NoGubernamental)] han cuestionado la pertinencia de dicho programa. Máxime cuando se trata de una de las agencias de Naciones Unidas con mejor reputación en el mundo de la cooperación para el desarrollo (TRAC, 1999). 2) Objetivos y realizaciones Los objetivos básicos del PNUD son la consecución del desarrollo humano sostenible y la lucha por la erradicación de la pobreza. Para acercarse a estas metas, el PNUD interviene preferentemente en los países más pobres: asigna el 90% de sus recursos básicos a los 66 países más pobres del mundo, donde viven el 90% de las personas consideradas bajo el nivel de pobreza absoluta (menos de un dólar al día). Igualmente, prioriza las actividades relacionadas con la reducción de la pobreza (26% del gasto en el periodo 1994-97), el buen gobierno (25%), la regeneración del medioambiente y la seguridad alimentaria (24%) y la gestión de recursos públicos para el desarrollo humano sostenible (23%). Pero, a diferencia del Banco Mundial y las demás instituciones financieras multilaterales, el PNUD no se dedica a conceder créditos para fomentar el desarrollo, sino que su actividad se centra en las fases previas a la inversión, principalmente aportando asistencia técnica con carácter de donación. Por ello, el PNUD, a pesar de ser la principal fuente mundial de ayuda técnica, gestiona menos del 3% de la Ayuda Oficial para el Desarrollo (ver cooperación técnica). En todo caso, la intervención del PNUD parte de la realidad concreta de cada país y, contando con el apoyo del gobierno local, trata de establecer un programa-país. Además coordina la actuación de otras agencias y fondos de desarrollo, y colabora con las autoridades nacionales en la búsqueda de fondos para financiar los proyectos y programas de desarrollo. Por otro lado, con la publicación anual de su Informe sobre el Desarrollo Humano, centrado cada año en un tema específico, el PNUD ha difundido entre el mundo de la cooperación para el desarrollo y la academia el concepto y el índice de desarrollo humano, realizando una importante aportación al debate sobre el desarrollo y su medición. Estos informes entraron en evidente contradicción con la postura tradicionalmente mantenida por el Banco Mundial en sus informes sobre el desarrollo mundial, presentándose como una auténtica alternativa a ellos. Así, mientras el concepto de desarrollo humano subordina el papel del crecimiento económico al bienestar de las personas, verdadero fin del desarrollo, el Banco Mundial y otras concepciones dominantes en el ámbito académico sitúan al crecimiento económico como objetivo básico del desarrollo. En consecuencia, a la hora de medir el desarrollo esa concepción tradicional se limita a utilizar la renta por habitante, mientras que el índice de desarrollo humano introduce además indicadores de salud y educación. Como resultado de esta “confrontación de informes”, a finales de los años 90 el Banco Mundial ha reaccionado asumiendo parcialmente el vocabulario del PNUD, aunque rebajando sus contenidos, y dando un cierto toque social y ambiental a sus publicaciones sobre desarrollo económico. Partiendo del enfoque del desarrollo humano, el PNUD ha realizado además otras interesantes propuestas conceptuales innovadoras, como es la pobreza humana, entendida como la carencia de unas capacidades mínimas por parte de las personas, así como el Índice de Pobreza de Capacidades (IPC) y el Índice de Pobreza Humana (IPH). También cabe destacar su concepto de la seguridad humana, entendida como la seguridad de las personas en la satisfacción de sus necesidades cotidianas, en contraposición a la visión convencional de la seguridad militar y territorial de los Estados. Por último, es preciso señalar que el PNUD se propone reorientar su actividad a partir del año 2000, reduciendo la participación en la ejecución directa de proyectos sobre el terreno y ampliando considerablemente su intervención en actividades preliminares, como el apoyo en la formulación de políticas y el desarrollo institucional. Así, las actividades relacionadas con la ejecución de proyectos se subordinarán a las políticas, de manera que si en el periodo 1992-96 el 48% de los gastos en actividades de las esferas social, económica y política se han encuadrado en lo que se entiende por “buena gestión de los asuntos públicos”, en el futuro este porcentaje se ampliará considerablemente. Todo ello de acuerdo con los planes del administrador del PNUD para el periodo 2000-2003, que también pretende trasladar a la cuarta parte del personal de la sede central al trabajo sobre el terreno, así como incrementar los recursos ordinarios, procedentes del presupuesto bienal de Naciones Unidas, para convertirlos en su principal fuente financiera (PNUD, 2000). P. Z., con C. Ma. Bibliografía
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